Por muy contradictorio que pueda parecer, es necesario relajarse todas las mañanas al levantarse. La mayoría de la gente se levanta de una manera incorrecta y eso puede afectar el resto del día negativamente. Así que aquí te vamos a enseñar una de las formas adecuadas para comenzar el día con buen pie:
Al despertarse no se debe abrir los ojos a medias ni estar en demasiada oscuridad. Más bien deben abrirse veloces y a ser posible hacia un póster, cuadro o ventana con algo bello.
Una vez abiertos los ojos y situándonos boca arriba, estiraremos las piernas todo lo que podamos hacia la dirección a la que apuntan, repetir hasta que consideres que te has estirado lo suficiente y que las piernas están relajadas.
Después siéntate en la cama y estira los brazos como hiciste con las piernas, pero dirígelos hacia el techo.
A continuación bosteza y si te lo pide el cuerpo frótate los ojos.
Luego levántate, junta las piernas y vas a realizar rotaciones de rodillas en la dirección de las agujas del reloj al principio y al contrario al final en igual proporción.
Por último arquea la espalda y sitúa durante un rato las manos en los riñones.
Siguiendo estos simples concejos estarás listo para comenzar el día de una manera despierta y más optimista. Pruebalo por una semana notaras la diferencia.